La optimización técnica asociada a la calidad de vida y a la recuperación del patrimonio histórico

Entrevista_Sergio_Rusconi

El Ingeniero Sergio Rusconi, especialista en termomecánica de la Facultad de Ingeniería de la UNLP, está a cargo del relevamiento técnico de la climatización del Palacio del Congreso,  los Anexos y la Imprenta en el marco de las tareas del PRIE. En esta oportunidad, explicó los estudios que su equipo  está realizando para optimizar los sistemas de climatización e iluminación del Palacio y, al mismo tiempo, sustituir los viejos equipos de aire acondicionado y las bandejas de cables que afean los pasillos y despachos del Palacio Legislativo.

–¿Cuáles son las tareas que está realizando el equipo de termomecánica que usted coordina, en el marco del PRIE?

–Desde el departamento de termomecánica de la Facultad de Ingeniería de la UNLP estamos relevando la situación actual de los equipos de climatización. La idea es llevar las instalaciones del Congreso a su situación histórica original para su puesta en valor. Para ello, es necesario deshacer una serie de malas intervenciones que se han hecho a lo largo de muchos años.  Lo que se nos pidió concretamente es que tratáramos de eliminar todos los equipos de aire acondicionado que estuvieran a la vista. Estas instalaciones, naturalmente, no estaban contempladas en el edificio cuando fue proyectado y no solamente afectan el patrimonio, también crean problemas de funcionamiento porque los equipos que están en las puertas de las oficinas están tirando calor dentro de los pasillos, su utilización es totalmente incorrecta. Actualmente, estamos analizando la capacidad instalada en relación con los equipos de planta baja y primer piso y haciendo balances térmicos de cada uno de los locales.

–¿Qué es un balance térmico?

–Es la cantidad de calorías que ingresan en verano y se pierden en invierno en cada habitación. Con esto se puede saber cuál es la capacidad del equipo que se necesita para climatizar y la cantidad de aire que se necesita para los ocupantes de esa habitación u  oficina. En función del resultado de los balances térmicos vamos a proponer un sistema nuevo de climatización que presenta una serie de ventajas. Esto va a permitir sacar todas las viejas unidades de aire acondicionado que en este momento están instaladas. Las nuevas unidades van a estar en lugares no visibles.

–Encontrar dónde ubicar los equipos para que no se vean no debe ser fácil…

El problema es que en el Palacio, los equipos de climatización no pueden ponerse ni hacia afuera ni en los pasillos o lugares de tránsito. Entonces, la solución sería tener equipos de sistema separado, pero múltiples; se llaman equipos VRV, que significa Volumen de Refrigerante Variable. Son lo último en tecnología y tienen varias ventajas: permiten poner equipos como los split en las oficinas o en lugares interiores y los equipos externos pueden separarse mucho porque no hay, prácticamente, limitaciones de distancia; los equipos VRV tienen una capacidad de recorrido muy superior a la de los equipos convencionales. Tienen, además, otras ventajas: son más ecológicos, se pueden utilizar simultáneamente en funciones de refrigeración y de calefacción si fuese necesario y cada unidad exterior, que se colocaría en la terraza, puede abastecer unas diez unidades interiores.

–¿Por dónde se pueden pasar las cañerías para que no se vean?

Esa es la parte difícil, es lo que nos está llevando más tiempo. En estos equipos VRV, las cañerías de cobre de 25 a 50 mm  de diámetro conectan las unidades interiores con las unidades exteriores para que se produzca el funcionamiento. Por estas cañerías circula un gas refrigerante. Estamos investigando las posibilidades de pasar estas cañerías a través de una serie de antiguos conductos subterráneos de sección bastante importante que corren por debajo de la planta baja, los descubrimos durante un relevamiento anterior.

–¿Para qué se utilizaban originalmente estos antiguos conductos?

Se utilizaban para un sistema de calefacción por aire caliente. Forman una especie de laberinto por debajo de la planta baja del Palacio y comunican todas las áreas de la planta baja. Son los mismos conductos que se utilizaron en el Recinto para pasar el cableado de las netbooks, pero encontramos más. Originalmente, las instalaciones de calefacción eran centralizadas para todo el edificio del Congreso Nacional, la caldera que estaba ubicada en el Senado abastecía también a Diputados. Pero a nosotros nos compete trabajar solamente en la parte del edificio de la Cámara de Diputados. Todos estos túneles internos comunican las dos cámaras. Esas mismas ramificaciones de piso se conectan con conductos verticales que van hasta la terraza en algunos casos y hasta el tercer piso en otros. Creemos que podrían utilizarse para llevar las cañerías de climatización. Fue un trabajo arduo.

–¿Cómo se está haciendo?

Lo primero que se hizo fue levantar todas las tapas de inspección, que son de la época de la construcción del Palacio, y perforar en algunos lugares que podían estar huecos. Luego, mediante un sistema de sondas lumínicas fuimos siguiendo los conductos hasta encontrar la salida. Se trata de un estudio “endoscópico” de los conductos y lugares por los que se podrían pasar las cañerías.

Una vez que terminemos con todos los balances térmicos vamos a saber la cantidad de equipos y de unidades condensadoras que tenemos que poner en las terrazas. Eso dará origen a un pliego de licitación. Esto es un relevamiento de la situación actual, la evaluación de la capacidad instalada, lo que se necesita de acuerdo a los balances térmicos y una propuesta de instalación con equipos para que se puedan eliminar los que están a la vista.

–¿Cómo se articulan los relevamientos de ingeniería con las áreas de arquitectura y Patrimonio?

La información que nosotros generamos debe servir para que el equipo de arquitectos del Congreso y la gente de Patrimonio histórico puedan tomar decisiones en función de los trabajos que haya que hacer. Indudablemente, vamos a tener que estar en contacto con ellos porque hay que efectuar modificaciones; algunos lugares van a quedar como están y otros, no. La idea de restauro general del Palacio es llevar todas las estancias del Palacio a su estado original, con lo cual se van a eliminar tabicados y entrepisos que se consideran malas intervenciones. Pero estos cambios que todavía no se han hecho, van a modificar también los resultados de los estudios que estamos haciendo ahora, o sea que este es un trabajo iterativo. Cuando los arquitectos presenten la propuesta definitiva también nosotros, desde Ingeniería, podremos hacer la propuesta definitiva de climatización.

–¿Estos estudios se realizan también en el Recinto?

Sí. Los arquitectos están con la idea de desmontar todos los conductos de aire acondicionado existentes. Son enormes conductos de chapa que corren por los pasillos que rodean al Recinto. Hay que eliminar esos conductos de aire y sustituirlos por un sistema central que pueda cumplir con la misma función. La idea es utilizar los equipos existentes, pero con la novedad de que el aire frío y el caliente van a ser canalizados dentro de la cámara por distintos lugares.

–¿Por dónde?

Se está proyectando utilizar la parte superior del techo para inyectar el aire frío y la parte inferior de las gradas, que es hueca, para inyectar el aire caliente. Actualmente, este espacio bajo las gradas canaliza tanto el aire frío como el caliente para la climatización del Recinto.

–¿El equipo de ingeniería está haciendo un trabajo relacionado con las luminarias del Palacio?

Sí. La Facultad de Ingeniería de La Plata está analizando la posibilidad de desmontar las bandejas internas de cables. Yo no soy el responsable de los trabajos de las bandejas ni de la iluminación, pero puedo relatar en qué consiste este trabajo de mis colegas.  La idea es que todos los cables que pasan por los pasillos tienen que desaparecer de la vista. El problema es que nunca se hizo nada hasta ahora para subsanar el problema de las malas intervenciones y, por donde uno mire hay cosas que no son originales o están agregadas: equipos, cañerías, bandejas de cables. Las bandejas tienen actualmente lámparas dicroicas, entonces, al sacarlas se va a modificar la iluminación. Entonces, la propuesta que se está analizando es reemplazar las lámparas incandescentes de las farolas originales por lámparas de bajo consumo o dicroicas para que se mantenga el mismo nivel de iluminación. Para ello, lo que se hizo fue una evaluación lumínica y una constatación con la norma de iluminación para ver cuál es la iluminación mínima de cada uno de los locales, pasillos, oficinas, etc. En función de eso, lo que se hace es tratar de convertir las lámparas originales para su utilización en bajo consumo manteniendo o mejorando el nivel de iluminación, especialmente en los pasillos de planta baja, primero y segundo piso. Hasta ahora, las pruebas que se hicieron con estas lámparas, que tienen la estructura de un globo cerrado, generan demasiada temperatura. Se está ensayando con lámparas led que generan una luz más fría.

También en este tema, se trata de corregir las malas intervenciones acumuladas a lo largo de muchas décadas y, en algunos casos, el trabajo que se requiere es arduo, muy difícil, es necesario desmantelar lo que se hizo mal, se requieren remodelaciones desde el punto de vista edilicio, hay que contar con una decisión política de hacerlo. También este estudio está orientado a redactar recomendaciones para los futuros trabajos que vaya a encarar la cámara con respecto a la restauración. Ya estamos redactando las conclusiones para la entrega de un informe definitivo.

Publicada Originalmente en:
http://prie.diputados.gov.ar/entrevistas/entrevista_0006.html